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movimiento, nutrición y mente

Beneficios de la Actividad Física

Desde hace décadas se viene comprobando científicamente que el hábito de realizar actividad física moderada contribuye a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades.

Esto es así porque el ejercicio físico practicado de manera regular no solo beneficia nuestro sistema cardiovascular, muscular y osteoarticular, mejorando la forma y resistencia física, regulando los niveles de presión arterial, incrementando o manteniendo la densidad ósea, ayudando a mantener el peso corporal, aumentando el tono y la fuerza muscular, mejorando la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones, como ya sabrás, sino que además ofrece grandes beneficios a nivel psicológico, mejorando nuestras funciones cognitivas y nuestro bienestar mental, aumentando la autoestima, reduciendo el aislamiento social, la tensión y el estrés, disminuyendo el nivel de depresión, ayudando a la relajación corporal, e incrementando el bienestar general.

La actividad aeróbica moderada permite controlar el sobrepeso porque promueve la quema de calorías, permitiendo prevenir el exceso de peso y mantener un peso saludable. La clave está en la constancia. Y podemos comenzar por cambiar algunos hábitos arraigados, tan simples como por ejemplo caminar o andar en bicicleta, en lugar de utilizar el automovil como medio de movilidad para distancias más o menos razonables.

Desde hace décadas se viene comprobando científicamente que el hábito de realizar actividad física moderada contribuye a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades.

Esto es así porque el ejercicio físico practicado de manera regular no solo beneficia nuestro sistema cardiovascular, muscular y osteoarticular, mejorando la forma y resistencia física, regulando los niveles de presión arterial, incrementando o manteniendo la densidad ósea, ayudando a mantener el peso corporal, aumentando el tono y la fuerza muscular, mejorando la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones, como ya sabrás, sino que además ofrece enormes beneficios a nivel psicológico, mejorando nuestras funciones cognitivas y nuestro bienestar mental, aumentando la autoestima, reduciendo el aislamiento social, la tensión y el estrés, disminuyendo el nivel de depresión, ayudando a la relajación corporal, e incrementando el bienestar general.

La actividad aeróbica moderada permite controlar el sobrepeso porque promueve la quema de calorías, permitiendo prevenir el exceso de peso y mantener un peso saludable. La clave está en la constancia. Y podemos comenzar por cambiar algunos hábitos arraigados, tan simples como por ejemplo caminar o andar en bicicleta, en lugar de utilizar el automovil como medio de movilidad para distancias más o menos razonables.

El ejercicio ayuda a prevenir alteraciones cardiovasculares como la hipertensión o la diabetes, pero también está indicado para otros problemas como la artritis, la depresión o incluso, algunos tipos de cáncer. Las enfermedades neurodegenerativas no son una excepción, ya que la salud de nuestro cerebro está directamente relacionada con nuestra salud cardiovascular. 

Todas las actividades encaminadas a mejorar el estado físico deben realizarse de manera progresiva, determinando la intensidad y la carga de forma individual, ya que dependen de la condición física de cada persona. Con ello desarrollamos más fuerza y resistencia, haciendo que se liberen nutrientes y oxígeno a nuestros tejidos promoviendo que nuestro sistema cardiovascular trabaje de forma más eficiente. En consecuencia, cuando corazón y pulmones trabajan mejor, se dispone de mayor energía para afrontar el día.

El ejercicio físico contribuye al buen humor ya que con una sesión en el gimnasio o un paseo a paso ligero de 30 minutos podemos contrarrestar nuestro decaimiento anímico, o liberar tensiones causadas por el estrés. Esto se debe a que durante el ejercicio liberamos tres de las cuatro hormonas responsables de la sensación de felicidad física y mental. Estas hormonas son serotonina, dopamina y endorfina.

El ejercicio ayuda a prevenir alteraciones cardiovasculares como la hipertensión o la diabetes, pero también está indicado para otros problemas como la artritis, la depresión o incluso, algunos tipos de cáncer. Las enfermedades neurodegenerativas no son una excepción, ya que la salud de nuestro cerebro está directamente relacionada con nuestra salud cardiovascular. 

Todas las actividades encaminadas a mejorar el estado físico deben realizarse de manera progresiva, determinando la intensidad y la carga de forma individual, ya que dependen de la condición física de cada persona. Con ello desarrollamos más fuerza y resistencia, haciendo que se liberen nutrientes y oxígeno a nuestros tejidos promoviendo que nuestro sistema cardiovascular trabaje de forma más eficiente. En consecuencia, cuando corazón y pulmones trabajan mejor, se dispone de mayor energía para afrontar el día.

El ejercicio físico contribuye al buen humor ya que con una sesión en el gimnasio o un paseo a paso ligero de 30 minutos podemos contrarrestar nuestro decaimiento anímico, o liberar tensiones causadas por el estrés. Esto se debe a que durante el ejercicio liberamos tres de las cuatro hormonas responsables de la sensación de felicidad física y mental. Estas hormonas son serotonina, dopamina y endorfina.

La serotonina no sólo es la encargada de hacernos sentir bien, sino que además regula nuestro descanso y nuestro apetito. Además controla nuestra libido sexual, mantiene la temperatura corporal y desarrolla un papel protagonista en la formación ósea. Y algo que no es para nada desestimable es el hecho de que se trata de una hormona que participa en los mecanismos de control del miedo y la ansiedad, que son depresores del sistema inmune.

Niveles altos de serotonina producen sentimientos positivos que elevan nuestra autoestima. Su presencia en nuestro cuerpo hace que se incremente nuestro bienestar, al mismo tiempo que nos relaja. No obstante, cuando los niveles de serotonina se desequilibran aparece todo lo contrario: agresividad, aumento de la angustia y ansiedad, malestar, tristeza… De hecho, enfermedades mentales como la depresión se relacionan con niveles bajos de serotonina. Por esta razón muchos de los medicamentos antidepresivos bloquean la recaptación de este neurotransmisor para que aumente la disponibilidad de esta hormona en el cerebro mejorando la condición mental.

Para disfrutar de este antidepresivo natural basta con dedicar al menos 30 minutos diarios de ejercicios como taichí, pilates o yoga.  En conclusión todo ejercicio físico regular y constante libera este potente neurotransmisor a nuestro torrente sanguíneo aportando así sus magníficos beneficios a la salud física y emocional que necesitamos.

La serotonina no sólo es la encargada de hacernos sentir bien, sino que además regula nuestro descanso y nuestro apetito. Además controla nuestra libido sexual, mantiene la temperatura corporal y desarrolla un papel protagonista en la formación ósea. Y algo que no es para nada desestimable es el hecho de que se trata de una hormona que participa en los mecanismos de control del miedo y la ansiedad, que son depresores del sistema inmune.

Niveles altos de serotonina producen sentimientos positivos que elevan nuestra autoestima. Su presencia en nuestro cuerpo hace que se incremente nuestro bienestar, al mismo tiempo que nos relaja. No obstante, cuando los niveles de serotonina se desequilibran aparece todo lo contrario: agresividad, aumento de la angustia y ansiedad, malestar, tristeza… De hecho, enfermedades mentales como la depresión se relacionan con niveles bajos de serotonina. Por esta razón muchos de los medicamentos antidepresivos bloquean la recaptación de este neurotransmisor para que aumente la disponibilidad de esta hormona en el cerebro mejorando la condición mental.

Para disfrutar de este antidepresivo natural basta con dedicar al menos 30 minutos diarios de ejercicios como taichí, pilates o yoga.  En conclusión todo ejercicio físico regular y constante libera este potente neurotransmisor a nuestro torrente sanguíneo aportando así sus magníficos beneficios a la salud física y emocional que necesitamos.

La dopamina participa en múltiples funciones cerebrales como el aprendizaje y la memoria, la motivación y la recompensa ante estímulos placenteros, el sueño, el humor, la atención, la actividad motora y la regulación de la secreción de prolactina. Considerada el centro del placer, la dopamina es la que nos impulsa a repetir esas acciones que nos proporcionan placer o beneficios como la alimentación, el movimiento, el sexo, como también el consumo de sustancias adictivas. La adicción al tabaco, el alcohol o las drogas, se produce debido a que su consumo producen la liberación de dopamina. El ejercicio físico es responsable de liberar dopamina en nuestra sangre de forma natural mientras nos aleja de los excesos, haciendo que nos sintamos placenteramente a gusto. Mientras practicamos ejercicio físico prevenimos además múltiples trastornos severos vinculados a la disminución progresiva de neuronas dopaminérgicas que conllevan a rigidez muscular, movimientos lentos y temblores, síntomas asociados a enfermedades como el Parkinson.

La dopamina participa en múltiples funciones cerebrales como el aprendizaje y la memoria, la motivación y la recompensa ante estímulos placenteros, el sueño, el humor, la atención, la actividad motora y la regulación de la secreción de prolactina. Considerada el centro del placer, la dopamina es la que nos impulsa a repetir esas acciones que nos proporcionan placer o beneficios como la alimentación, el movimiento, el sexo, como también el consumo de sustancias adictivas. La adicción al tabaco, el alcohol o las drogas, se produce debido a que su consumo producen la liberación de dopamina. El ejercicio físico es responsable de liberar dopamina en nuestra sangre de forma natural mientras nos aleja de los excesos, haciendo que nos sintamos placenteramente a gusto. Mientras practicamos ejercicio físico prevenimos además múltiples trastornos severos vinculados a la disminución progresiva de neuronas dopaminérgicas que conllevan a rigidez muscular, movimientos lentos y temblores, síntomas asociados a enfermedades como el Parkinson.

Por su parte, la endorfina es la encargada de proporcionarnos euforia. Se trata de neuropéptidos opioides producidos naturalmente que sirven tanto para bloquear la percepción del dolor como para desempeñar un papel vital en el placer. El nombre endorfina deriva del término “morfina endógena”, que se refiere a la morfina producida internamente. Por lo tanto esta hormona nos proporciona ese extra que necesitamos para sobrellevar las adversidades y sobreponernos a los golpes.

Por su parte, la endorfina es la encargada de proporcionarnos euforia. Se trata de neuropéptidos opioides producidos naturalmente que sirven tanto para bloquear la percepción del dolor como para desempeñar un papel vital en el placer. El nombre endorfina deriva del término “morfina endógena”, que se refiere a la morfina producida internamente. Por lo tanto esta hormona nos proporciona ese extra que necesitamos para sobrellevar las adversidades y sobreponernos a los golpes.

Como podemos observar la práctica de actividad física brinda importantes beneficios a nuestro cerebro. En referencia a la salud mental, la Neurocientifica Wendy Suzuki, ha realizado numerosos estudios y sus hallazgos muestran descubrimientos asombrosos. Según sus investigaciones, cuando realizamos actividad física suceden muchos cambios a nivel cerebral, provocando efectos inmediatos en el funcionamiento de nuestro cerebro, puesto que hay una mejora del estado de ánimo como consecuencia de estimular de manera directa los neurotransmisores positivos: Serotonina, Dopamina, Noradrenalina, Endorfinas, y demás.

Como podemos observar la práctica de actividad física brinda importantes beneficios a nuestro cerebro.

En referencia a la salud mental, la Neurocientifica Wendy Suzuki, ha realizado numerosos estudios y sus hallazgos muestran descubrimientos asombrosos. Según sus investigaciones, cuando realizamos actividad física suceden muchos cambios a nivel cerebral, provocando efectos inmediatos en el funcionamiento de nuestro cerebro, puesto que hay una mejora del estado de ánimo como consecuencia de estimular de manera directa los neurotransmisores positivos: serotonina, sopamina, noradrenalina, endorfinas, y demás.

Los hallazgos de Wendy Suzuki son más sorprendentes aun, revelando que se estimula el nacimiento de nuevas células cerebrales (células madre) en la estructura del hipocampo, que es la base de la memoria. Estas nuevas células cerebrales logran que la memoria funcione mejor, son más excitables y tienen mayor predisposición a incorporarse a los circuitos de la memoria que las antiguas células del hipocampo que llevan ahí toda la vida, y así mejoran la actividad de la corteza prefrontal. La capacidad de manejar, centrar la atención, y la toma de decisiones, es objetivamente mejor tras una sola sesión de entrenamiento.

El ejercicio regular cambia los niveles de los neurotransmisores que controlan el humor y protege el hipocampo de los efectos devastadores que tienen los niveles altos de la hormona del estrés, como el cortisol. El ejercicio aeróbico regular también estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro (cuantos más vasos sanguíneos se tenga para proporcionarle sangre oxigenada, mejor funcionará), mejorándolo y ayudando a paliar los efectos del estrés. Asegura la Dra. Wendy Suzuki

Los hallazgos de Wendy Suzuki son más sorprendentes aun, revelando que se estimula el nacimiento de nuevas células cerebrales (células madre) en la estructura del hipocampo, que es la base de la memoria. Estas nuevas células cerebrales logran que la memoria funcione mejor, son más excitables y tienen mayor predisposición a incorporarse a los circuitos de la memoria que las antiguas células del hipocampo que llevan ahí toda la vida, y así mejoran la actividad de la corteza prefrontal. La capacidad de manejar, centrar la atención, y la toma de decisiones, es objetivamente mejor tras una sola sesión de entrenamiento.

El ejercicio regular cambia los niveles de los neurotransmisores que controlan el humor y protege el hipocampo de los efectos devastadores que tienen los niveles altos de la hormona del estrés, como el cortisol. El ejercicio aeróbico regular también estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro (cuantos más vasos sanguíneos se tenga para proporcionarle sangre oxigenada, mejor funcionará), mejorándolo y ayudando a paliar los efectos del estrés. Asegura la Dra. Wendy Suzuki

Todo está conectado. Mente, cuerpo, emoción, nutrición y acción se entrelazan a través de millones de procesos por segundo. Las hormonas actúan como una especie de mensajeros químicos del cuerpo ayudando a controlar casi todos los procesos fisiológicos, incluidos el metabolismo, el sistema inmunitario, el ciclo menstrual y la reproducción. La alimentación, la hidratación, el descanso adecuado y la práctica de ejercicio regular son fundamentales para conseguir el equilibrio hormonal y fisiológico.

En conclusión, la evidencia nos indica que realizar actividad física periódicamente nos brinda importantes aportes en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud física, mental y emocional.

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Investigación y Narración

Alejandra Giuliani, Patricia Crespo y Jorge Crespo

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